Es buena tu idea de negocio?

Muchas personas desean tener un negocio propio, independizarse del trabajo de oficina y, en fin, ser su propio jefe. Para ello, se requiere de una buena idea de negocios. Puede que, de pronto, piensen en establecer un salón de belleza o un taller de coches.

Sin embargo, surgen las siguientes interrogantes: ¿Será exitoso esa idea de negocios? ¿Ese proyecto empresarial resultara rentable?

No se obtendrá una respuesta definitivamente en el momento de concepción, pero sí se puede poner la idea bajo diferentes pruebas, desde preguntas hasta consultas, para ver qué tal iría en un mercado de la vida real.


¿Es para uno? 
No se debe seguir ideas que no hagan feliz. Antes de dar más rienda a la creatividad, la persona debe preguntarse: ¿Qué experiencia propia puede aportar a esta idea? ¿Qué espera que esta idea traiga a su vida? ¿Será feliz haciendo esto por el resto de la vida?


¿Quién la comprará? 
Es necesario sentar la idea en un banquillo, y tratando de olvidar el apego emocional a ella, se debe preguntar:
• ¿Quién necesita la idea? 
• ¿A cuántas personas en el entorno pagarían por la idea?
• ¿Por qué la necesita (qué carencias o satisfacciones llena)?
• Esa persona que la necesita, ¿Pagarían por ello? ¿Cuánto?

Con estas preguntas, se comenzará a aterrizar el concepto de mercado, es decir, quiénes podrían ser los clientes. Es el momento de estimar el tamaño, ¿cuántas personas comprarían el producto?


Agudizando el mercado
Ahora, establecido el mercado, se debe afinar un poco la idea.
• ¿Quiénes serían tu competencia?
• ¿Qué te diferencia de esa competencia?
• ¿Qué podría salir mal?

Esto es apenas el comienzo, pues no se ha llegado al tema de financiamiento y demás. Pero antes de eso, es necesario someter la idea a un grupo de amigos, e investigar qué otras ideas similares hay en el mercado.

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Nota

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