Cómo ahorrar en los gastos hogareños (cocina)?

En tiempo de crisis es necesario economizar en todo. Sin embargo, esto no quiere decir que debemos sacrificar nuestros paladares. Es posible elaborar platos sabrosos sin necesidad de gastar demasiado.

A continuación se ofrece una serie de ideas que ayudan a ajustar un poco la lista de la compra sin que las recetas pierdan brillo.

Comparar los precios de distintos establecimientos antes de salir de casa para llenar la despensa. En este proceso se puede consultar las páginas de los periódicos de la localidad o preguntar las vecinas más expertas, nunca falla. Según las organizaciones de consumidores, con esta sencilla práctica, se puede ahorrar hasta un 46% del importe total de la compra.

Es, igualmente, importante salir de casa con el máximo de cosas necesarias apuntadas, mirar bien los precios y fijarse en el producto de temporada (que siempre resultan más económicos) para luego no ir picando sin control de los estantes

Otra buena idea es ir al súper con el estómago lleno para evitar comprar por impulso y si se puede ir andando o en autobús mejor, así ya que se ahorrará en gasolina.

Realizar a fondo la despensa y el congelador Muchas veces se puede descubrir que se tiene latas de conservas sueltas, paquetes a medias, guisos sin comer, algún filete congelado que sobró de otra vez que se pueden utilizar para elaborar un buen plato.

Aprovechar hasta la última gota En los casos de los bricks que parecen creados para evitar que se pueda consumir todo el producto, se puede sacar hasta la última gota abriendo bien los pliegues. En las latas de salsa de tomate, se puede echar un poco de agua, remover y apurar todo lo que se haya quedado en la lata.

Usar cupones de descuentos.  Muchas veces pegados en los envases de los productos se les añade un cupón para una próxima compra.  Conviene recortar estos cupones y guardarlos en la cartera para que, a la hora de pagar, se puedan encontrar. 

Hacer combinación con imaginación Con las sobras o con los productos que están caducando se puede elaborar combinaciones realmente interesantes como, por ejemplo, un yogur a punto de vencerse y unos trozos de pan duro del día anterior pueden convertir un poco de lechuga en una ensalada pintona.

Otras combinaciones son:
Con las lonchas de fiambre o de queso que se quedan sueltas por la nevera, se puede rellenar un quiche o hacer una pizza casera deliciosa.

Si se va a preparar un plato con gambas, no se debe tirar las cabezas ni la piel, porque se puede preparar una auténtica salsa rosa.

Si tras hacer un plato de pescado o de marisco, sobra comida, se puede hacer con los restos una crema ligera o una sopa.

Las verduras cocidas que no se haya consumido se pueden preparar una nutritiva crema de verduras.

La carne de pollo cocido que haya sobrado, se puede aprovechar para hacer croquetas, dar más sabor a un caldo, para un estofado o, incluso, para una salsa.

Los huevos rellenos que han quedado de más, se guarda con la cáscara y se utilizar para completar una ensalada o hacer sándwiches vegetales fríos.

Con las patatas cocidas, se puede hacer un puré de patatas para enriquecer una ensalada fresca o como acompañamiento de estofados.

El queso duro, en vez de tirarlo, se puede rallar y aprovecharlo para dar un toque a las vinagretas o aliños o para hacer una fondue casera con diferentes tipos.

Cuando sobre pan duro, se puede usar como acompañamiento para gazpachos, cremas o ensaladas, para tostadas, para migas, torrijas o, simplemente, pícalo y se obtendrá pan rallado al instante.

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Nota

Esta página solamente procura brindarle información y un panorama muy general sobre el mundo de las inversiones y no pretende inducirle a tomar decisiones de inversión, forma de ahorro o ganar dinero basándose en el texto presentado.