Es posible que en los años anteriores todavía no hayas aterrizado en el manejo eficiente de tus finanzas personales, pero ahora... ¡tienes que actuar, ya que estás en cuenta regresiva!
Es el momento en pensar en la jubilación. Si no te has establecido un plan de ahorros para enfrentar gastos de colegiatura, se debe buscar el mejor financiamiento al costo más bajo posible.
En esta etapa los hijos jóvenes recién graduados pueden empezar a aportar para engrosar la entrada de ingresos y minimizar el impacto de los egresos.
Una póliza de salud a estas alturas es una seria consideración, porque todavía las primas son asequibles; postergarlas para más adelante, por el mismo estado de salud y la edad, salen más caras.
Es necesario revisar cuidadosamente en qué nivel de endeudamiento te encuentras. Si tu nivel está por en cima del 35%, peligro, hay que reducir deudas. Posiblemente te convenga una consolidación de deudas siempre y cuando la tasa de interés sea inferior a lo que estás pagando actualmente, para contar con un mayor flujo de efectivo.
Recuerda que la consolidación de deudas no es para que adquieras una nueva deuda con el dinero extra que te entra, sino para que precisamente lo canalices al ahorro o aceleres el pago de tus deudas.
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