Cuatro errores que te impiden ahorrar

Muchas personas se quejan constantemente que el dinero no les alcanza y que no pueden ahorrar.

Sin embargo, existen varios estudios que demuestran que una gran mayoría de personas cometen graves errores al administrar su dinero y es, por esa razón, que no pueden ni ahorrar.

Conozcamos estos errores a continuación

Error #1: Vivir sin presupuesto: La única manera que puedas saber qué haces con tu dinero es mediante un presupuesto, porque de esa manera puedes llevar un control y evitar gastos innecesarios, pero esa cultura no la tenemos. Solo sabemos cuánto ganamos mensualmente, cuánto nos descuentan en impuesto u obligaciones crediticias, pero no tenemos una planificación de cómo equilibrar este ingreso con nuestros gastos diarios para que a fin de mes podamos dedicar algo al ahorro.

Error #2: Comprar según el estado aiiímico: "Estoy depre, me voy de shoppíng para levantarme el ánimo". Esa frase la he escuchado un smfín de veces a mujeres. Terminan gastando lo que no tienen, comprando lo que no necesitan de seguro con un "tarjetazo" que las deprimirá más cuando reciban el estado de cuenta. Una buena opción para levantar el estado de ánimo y gratis, podría ser una caminata, escuchar música, visitar un familiar o una de esas amigas chistosas y llenas de buena vibra, que nunca falta.

Error #3: "¡Qué oferta, mejor aprovecho ahora!": Hay mujeres que se dicen ser expertas comprando a precios de remate, pero no tienen idea de cuál era el precio del producto cuando supuestamente no estaba en oferta, y solo "para aprovechar" compran a la ligera cosas que realmente no necesitan o no les gusta. Si se trata de prendas de vestir terminan en el clóset durmiendo el sueño eterno o en manos de otra persona. ¿De qué les sirvió la oferta?
 

Error #4: Terapia de amigas: En muchas ocasiones no somos conscientes del gasto que supone comer a menudo fuera de casa y hay mujeres que tienen varios grupos con la tradición de reunirse una vez al mes. Están las amigas que se conservan del colegio, las de la universidad, las del trabajo, las del gimnasio, las del diplomado o las del último seminario de coaching. 

Esas reuniones en restaurantes o en un café representan un gasto que pareciera insignificante, pero por lo general nunca se lleva un control y desconocemos cuánto representan estás reuniones en nuestro presupuesto. ¡Saca la cuenta y date cuenta!