Nadie está totalmente seguro que nunca pasará por una crisis financiera y más ahora que muchas personas e incluso países alrededor del mundo están confrontando dificultades económicas sin poder ver con claridad la luz al final del túnel.
Las crisis vienen en diversos colores y formas, y en momentos esperados e inesperados: emergencias médicas, desempleo, reparaciones de emergencia en la casa, una separación o divorcio, accidente laboral o de tránsito, o un cambio inesperado en nuestra situación financiera producto de una o varias malas decisiones.
Estas emergencias se suman a los gastos normales de la vida de una persona y nos crean un cuello de botella que nos obliga a tomar medidas urgentes para enfrentarlas.
El impacto de la crisis en nuestra economía personal depende de nuestra actual situación financiera. Se puede decir que la crisis tendrá mayor o menor impacto según el momento financiero personal que estemos viviendo; tener o no ahorros; tener ninguna, algunas o muchas deudas, y el nivel de ingresos y de gastos que manejamos; sumados a la capacidad de manejar nuestras finanzas personales.
Al igual que un médico nos da un remedio para una enfermedad, para sobrevivir a una crisis y realizar los ajustes necesarios es importante primero hacer un diagnóstico de nuestras finanzas personales. Debemos analizar los ingresos y egresos que tenemos para poder realizar ajustes eficientes. En este sentido, algunas recomendaciones:
- Evalúe su actual situación financiera antes de entrar en pánico, lo que podría agravar el problema y generar un enorme estrés.
- Empiece preguntándose por la o las causas de la crisis, y entiéndalas antes de hacer algo. Por ejemplo, la crisis suya se debe a: ¿una repentina pérdida de ingresos?, ¿a mayores gastos de los que se puede permitir?, ¿a un mayor endeudamiento?, ¿aun desastre natural?, ¿amalas inversiones? Su plan de manejo de la emergencia debería partir del análisis déla o las causas y no de los síntomas asociados ala crisis.
- Cuando estamos en una situación crítica, luego del análisis de las causas y dimensión de la crisis, sigue, sin titubeos, un plan de priorización de gastos. Este plan pasa por etapas tales como fijar prioridades: pago casa, alimentación, transporte, escuela, electricidad, agua, teléfono, deudas y luego recortar gastos.
- Haga un exhaustivo análisis de los gastos: Clasifíquelos en prioritarios, necesarios y superfluos, y empiece reduciendo o eliminando esos que usted y su pareja consideran superfluos, tales como cable, lotería, lavautos, revistas, suscripciones, planes de celulares caros, comer fuera los domingos o cerca de la oficina durante la semana, y empiece sustituyendo comidas caras por comidas buenas y nutritivas del súper o la feria libre. Pregúntese de allí en adelante ¿lo necesito o es un capricho?
- Recuerde, usted está en crisis y no es el momento de utilizar lo poco que aún tiene en cosas innecesarias. Si ya se atrasó en el pago de algún compromiso, haga un cuadro que le indique su situación de deuda para que las analice desde la perspectiva de saldos, tasas de interés, tiempo que le falta para finalizarlas, condición de la deuda, tipo de deuda, opciones que tendría, y acerqúese a sus acreedores y solicite -por escrito en original y copia que le deben sellar- un arreglo de pago temporal o final que le permita flotar.
- Empiece pagando, si puede, el mínimo en sus tarjetas de crédito. Se demorará mucho tiempo en cancelarla, pero es mejor que pague algo a nada y luego lo embarguen o secuestren, financieramente hablando. Si hará algún arreglo de pago, priorícelo: primero hipoteca, segundo tarjetas, tercero carro, préstamos personales etc. Analice ahora la posibilidad de consolidar o refinanciar deudas.
- Incrementar sus ingresos mediante actividades que le generen ingresos adicionales que podría utilizar para enfrentar la crisis y ahorrar aunque sea un dólar por día, son ahora urgentes.
Pregunte si puede pasar alguna o varias tarjetas a un banco que tenga mejores tasas que las que ahora paga. ¿Podrían sus amigos o familiares ayudarle con sus problemas? Explore estas opciones y pare de usar crédito
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.- Asesórese, busque ayuda para que analice mejor su situación. Dé pasos, para que cuando salga de los problemas, estos no lo vuelvan a acosar. Ahorre y controle gastos y cambie su estilo de vida para que nunca más sufra las angustias de una crisis financiera que quizás habría podido evitar.
1 comentarios:
Hay que tener mucha serenidad cuando estamos en crisis de nuestra economía, debemos ser muy racionales y no perder el control.
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