Cada vez son más las empresas que ofrecen la posibilidad de reunificar todos los créditos en una única cuota con el reclamo de que la cantidad que se pagará cada mes será, en total, inferior a la que se está sufragando ahora.
Sin embargo, algunos expertos no están demasiado de acuerdo en hacerlo y advierten de que. a diferencia de lo que sucede en los Estados Unidos, en otros países, especialmente los Latinoamericanos, la gran mayoría de la población es muy limitada porque no existe demasiada tradición (o capacidad) del ahorro.
Eso supone un importante obstáculo a la hora de llevar a cabo operaciones financieras y crediticias como puede ser la reunificación de créditos, puesto que además no se tienen claros los riesgos que se asumen y los costes que esos movimientos generan.
Por ello, si te has planteado o te planteas algún día la reunificación de todas tus deudas mensuales (tarjeta de crédito, hipoteca, letras del coche, etcétera), en una única cuota, infórmate detenidamente de qué gastos adicionales
Será necesario consultar en más de una entidad financiera y asesórate por alguien que tenga conocimientos sobre temas financieros.
Ten muy presente que, aunque en un principio vas a pagar menos en tu cuota mensual (sin tener en cuenta los gastos que se generan), a medio y largo plazo esos pagos se pueden incrementar.
Por lo tanto, hacerlo puede resultar beneficioso para determinadas familias y hogares que tienen problemas puntuales de dinero (durante un tiempo concreto, porque de esa forma incluso se pueden evitar embargos, por ejemplo), pero sólo si se prevé que la situación agobiante se solucionará en un futuro bastante próximo
Método de reunificación
Por regla general, el método que suelen emplear las entidades financieras para unir los créditos es el siguiente: a la deuda más alta (que suele ser la hipoteca de la vivienda) se le suma el pago del coche, las deudas acumuladas de las tarjetas de crédito y otros recibos mensuales.
A la suma resultante se le aplica un interés (que a veces llega al 5%, lo que asegura una importante ganancia para la entidad que presta el dinero). Aunque te tiente la publicidad que recibes en tu buzón o que te muestra la televisión, antes de dar el paso fíjate en lo siguiente:
Te puedes beneficiar de la competencia entre entidades.
En la actualidad, los bancos y cajas están deseosos de conseguir nuevos clientes. Esa puede ser una buena base para "apretar un poco las tuercas" y demandar un crédito a tu medida.
En resumen:
• Infórmate de los costes que conlleva y no sólo del ahorro mensual.
• Ten en cuenta que toda operación o gestión financiera supone unos gastos y, en este caso, son de dos tipos: de tramitación (cuya cuantía dependerá de los créditos que se hayan de cancelar previamente, del dinero que se deba y de la entidad bancaria que lo gestione) y gastos derivados del aumento de los intereses (que variarán en función de la cuantía total de la deuda y también del nuevo plazo escogido),
• Hazlo solo en caso de falta de liquidez muy puntual.
• No olvides que en realidad la reunificación puede significa un "mayor endeudamiento". Calcula qué te ahorras a largo plazo y qué debes pagar.
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